¿Qué haríamos en esta vida sin nuestro cuerpo? ¡Nada! ¿Por qué entonces no lo cuidamos como si fuera lo que más apreciamos? Es algo que me pregunto cada día cuando veo todas las cosas que los humanos le hacemos a nuestros cuerpos. Después enfermamos, y pensamos que es la lotería de la vida la que nos ha traído la enfermedad, sin embargo, muchos médicos y científicos, como el Dr. Shinya, sostienen que la mayor parte de las enfermedades son derivadas por el estilo de vida.
Hace unos años era terrible con mi cuerpo. Comía toda clase de comida chatarra, dejé de hacer ejercicio de forma habitual, tomaba grandes cantidades de alcohol, me drogaba, tomaba fármacos... Realmente estaba machacando mi cuerpo. La TV y el marketing no paran de bombardearnos con información engañosa sobre un montón de productos y artículos que en realidad no nos hacen ningún bien, pero como sale en televisión, lo consideramos totalmente válido. Después de años de auto-maltrato, comencé a realmente dudar sobre todo lo que estaba haciendo. Había algo dentro de mí que me decía que si seguía por ese camino no iba a llegar a los 50 años. Cuando dejé mi trabajo en Shanghai y fui a Filipinas, conocí a una chica afroamericana, Charlene, que era vegetariana, con la cual tuve oportunidad de compartir mucha información. En aquel momento, ni pensaba hacerme vegetariano... Fue cuando regresé de Filipinas que comencé a considerar todo lo que Charlene me había compartido. Comencé a investigar y a probar una nueva dieta. Lo primero que hice fue dejar la leche (era un bebedor habitual de leche), lo que me ayudó a mejorar mucho mis digestiones. Después reduje el consumo de carne, y comencé a sentirme mejor, así que dejé la carne por completo. Comencé a perder peso y sentía como mi cuerpo se estaba limpiando. Poco a poco fui dejando el alcohol, la coca-cola, los fármacos y por supuesto las drogas. La mejoría que sentía, no sólo nivel físico, sino a nivel emocional y psicológico fue tan grande que seguí investigando y siguiendo a científicos que daban explicaciones sobre lo que aporta el cambiar tus hábitos de consumo. Cuando mi madre enfermó de cáncer, esto me llevó a estudiar mucha información sobre el origen y causas de esta enfermedad, así como metodologías para la cura del cáncer. Ya en aquel momento estaba convencido de que las soluciones que ofrece la medicina actual son una bomba para el cuerpo que acaba rematando a la mayoría de los pacientes, a las estadísticas me remito (según el INE en España aproxidamente el 25% de las defunciones en 2018 fueron por causa de cáncer). El cáncer es una enfermedad derivada de los malos hábitos hechos durante años, no se puede curar por la vía rápida, requiere de tiempo y de una revisión profunda de los hábitos que seguimos. Investigando encontré al Dr. Martí Bosch, oncólogo infantil que tras 20 años de profesión abandonó la oncología tradicional por sus escasos resultados positivos y se aventuró en el mundo de la medicina ortomolecular y terapias con una lógica más natural. Él me dio una pista interesante a seguir para ayudar a mi madre. También encontré al Dr. Shinya, gastroenterologo japonés, inventor del colonoscopio y considerado uno de los mejores doctores del mundo, que trata a sus pacientes con cambio de hábitos.
En todos estos años, no sólo he leído mucha literatura acerca de los hábitos de consumo, sino que los he puesto en práctica con demostradísimos beneficios. Es una pena ver que la industria agroalimentaria y la industria farmacéutica van de la mano, una porque nos está creando la enfermedad y la otra porque está dando supuestas soluciones que desembocan en acabar siendo pacientes crónicos que tratan los síntomas pero no el origen de las enfermedades y por lo tanto la posibilidad de cura, dicho de otro modo, nos convertimos en sus clientes permanentes. Hipócrates, el padre de la medicina, decía: «Deja que tus alimentos sean tu medicina y tu medicina tu alimento». Si hacemos un cambio de hábitos y reestructuramos nuestra alimentación vamos a devolverle a nuestro cuerpo su estado natural que es la salud. La naturaleza no nos ha diseñado para enfermar, estamos diseñados para estar sanos y tener una vida plena. Una de las cosas que primero indica el Dr. Martí Bosch es que tenemos que dejar de dañar nuestro cuerpo. Después veremos qué podemos darle para ayudarle a mejorar. Para dejar de dañar nuestro cuerpo es precios ir paulatinamente dejando todo aquello que produce acidificación corporal:
- Comida procesada e industrial: Contienen gran cantidad de productos químicos que son dañinos a nivel celular. La exposición a ellos nos genera enfermedades graves. No hay estudios que lo demuestren, porque los estudios son realizados por la industria farmacéutica que curiosamente son los propietarios de las grandes empresas de la agroindustria. Aplica la lógica, ¿en cuánto tiempo se pudre un tomate? ¿Cómo es posible que la comida industrial dure tanto? La naturaleza ha diseñado la comida real para que se pudra en pocos días, no creas que los químicos que le ponen a la comida industrial son inocuos. Ellos quieren tu dinero, mi interés es que estés sano.
- Alcohol: La sociedad occidental actual está profundamente enferma con esta sustancia. Nadie quiere reconocerlo porque gran parte del ocio está relacionado al alcohol. Pero la verdad es que el alcohol es una de las sustancias más dañinas para tu cuerpo y para tu desarrollo como ser humano. No hay sustancia en la tierra que baje tanto la consciencia como el alcohol, ¿por qué te crees que es legal? La acidificación corporal que genera es tremenda, el daño hepático que hace es muy serio y el neurológico también. Cada gota de alcohol es tóxica, no hay medidas moderadas. Esa es la verdad. Otra cosa es que uno no se pueda tomar una copa de vino para disfrutar una velada con tu chica. Lo importante es que sepas los daños que produce y sea algo que realmente tomes de forma esporádica.
- Gaseosas y refrescos: Estas bebidas son fuertemente azucaradas. De hecho tienen tanto azúcar que el único motivo por el que no las vomitas es por la cantidad de ácido ascórbico y ácido cítrico que tienen. Además tiene alta concentración de CO2. Si, CO2. Este gas es el dióxido de carbono y además de ser uno de los gases responsables del calentamiento global, es uno de los desechos que cada célula de tu cuerpo excreta en su respiración. En otras palabras y para que lo entiendas. Es un excremento celular. ¿Por qué ibas a querer poner en tu cuerpo CO2 si es lo que todo tu sistema hace por expulsar a la atmósfera con cada respiración? Si, inspiras aire para obtener oxígeno y lo que expulsas cuando expiras es el CO2 resultante de tu metabolismo celular. Todos estos componentes, además de la cantidad de químicos saborizantes y a saber qué más, son muy acidificantes y oxidativos lo que generan daño celular.
- Bebidas azucaradas: Para hacerlo rápido, el mejor jugo de frutas lo puedes hacer en casa. Los jugos y zumos industriales suelen contener azúcares añadidos y otras sustancias perjudiciales. No es el peor producto de esta lista, pero es mejor preparar jugos naturales en casa.
- Drogas: El uso prolongado de las drogas sólo te destruye. No hay forma de controlar estas sustancias. No hay un consumo moderado. En mi caso, me di cuenta en el momento en el que su uso me llevó a la pérdida de la memoria y de la consciencia. Ese día me comprometí a poner fin a su consumo. Felizmente estoy limpio hace años y con gusto puedo ayudar a quien necesite. No es un proceso fácil, pero es posible y la vida se torna de colores cuando se consigue.
- Productos lácteos: La leche de vaca está diseñada por la naturaleza para alimentar a un ternero que en el momento de su nacimiento pesa aprox. 40 kgs. En el momento del destete (3 meses) pesa alrededor de los 80 kgs. ¿Cómo es posible que los humanos estemos tomando leche de vaca por años cuando además dejamos de metabolizar la lactosa a los pocos años de vida? Además, las vacas que están produciendo viven en granjas terribles y son inyectadas con todo tipo de fármacos para evitar las infecciones que les producen las máquinas ordeñadoras. Me encanta el queso, pero también soy consciente de estos datos que aporto, y las pocas veces que como queso trato de que sea de una producción consciente, y trato de elegir cabra u oveja e incluso las opciones veganas que más y más van apareciendo en el mercado.
- Carne: La Organización Mundial de la Salud ha advertido de los riesgos que tiene comer carne. Mi opinión al respecto es que comer carne no es dañino. Lo que es dañino es comer carne en exceso y de baja calidad. Si hacemos una mirada a nivel anatómico y fisiológico, nuestra boca, estómago e intestino están diseñados para procesar alimentos de origen vegetal de forma más eficiente que los alimentos de origen animal. Nuestra dentadura está diseñada para cortar tallos y hojas (incisivos), abrir frutos y granos (los colmillos) y para moler (las muelas o molares), mientras que la dentadura de los carnívoros (canes y felinos) tienen dientes muy afilados para el desgarro de la carne. El pH del ácido que produce nuestro estómago es más alcalino que el de los depredadores carnívoros, que requieren de mayor acidez para romper las cadenas proteicas de la carne. Nuestro intestino es mucho más largo que el de estos últimos puesto que los alimentos vegetales son de larga digestión mientras, que los carnívoros requieren de una rápida digestión y defecación. No obstante, como decía antes, comer carne si da un aporte nutricional y lo que puedo recomendar es que si quieres comer carne, lo hagas de forma moderada y considerando el origen de la carne, puesto que la crianza de ganado está realizándose de forma extensiva y por ello la calidad es muy baja debido a la cantidad de antibióticos y piensos con los que se ceban los animales.
- Harinas blancas: Hoy día existe una gran intolerancia al gluten. Esto es algo realmente paradójico, ya que el trigo ha sido sustento nutricional por miles de años. Después de darle vueltas y vueltas a este asunto creo que el problema de la intolerancia al gluten no es el gluten propiamente dicho. Sino la reacción que el cuerpo tiene ante los alimentos que contienen gluten por otro montón de cosas que sucede con el trigo. El trigo es un cultivo que ha sido tremendamente afectado por la tecnología transgénica. ¿Cuántas cosas tienen harina? hay miles de productos, por lo que su producción extensiva se ha normalizado. Para evitar plagas se usan todo tipo de agroquímicos, para hacerlo más resistente y cultivable en distintos lugares se manipula genéticamente, y finalmente para usarlo en la industria se refina. Al final lo que comemos es cualquier cosa menos trigo, pero el cuerpo reacciona ante ello porque lo único que reconoce es el gluten... Esta es mi teoría, pero busquen información y saquen sus propias conclusiones. Hagan la prueba de comer un pan hecho a la antigua ausanza, con harinas integrales orgánicas y masa madre. Van a ver la diferencia a comer el pan industrial. Igualmente, recomiendo comer muy poco pan.
- Tabaco: El tabaco es una planta de la selva amazónica. Durante milenios ha sido utilizada como una planta curativa. Es común tomarla en infusión para realizar lo que se llaman "purgas de tabaco". El efecto es una limpieza genérica del sistema, a nivel gastro intestinal y a nivel de depuración interna de los órganos. Los nativos también la fuman, pero con fines espirituales y en determinados rituales. Y por supuesto, sin ser procesada industrialmente. Sin embargo, occidente ha manipulado su uso generando un gran daño en la sociedad. A principios del siglo 20, el tabaco se marketea como un hábito "cool" y comienza a aparecer en películas y anuncios de televisión relacionándolo con ser estiloso o viril. ¿Cuántas muertes ha causado este hecho? Es increíble que todavía se esté haciendo tan mal uso de esta planta y se siga envenando a la población. El proceso de industrialización del tabaco, lo convierte en una de las sustancias más venenosas que uno puede poner en su cuerpo. Y esto es debido a todas las sustancias químicas y compuestos que usan para tratarlo.
Una vez que vamos dejando las cosas que nos dañan, o al menos reduciendo su consumo progresivamente hay que darle al cuerpo lo que le hace bien. Lo que si necesita para desarrollar sus funciones.
- Aire: El aire es comida. ¿Cuánto tiempo aguantas sin respirar? El oxígeno es constantemente necesario. La vida urbana nos aporta mala calidad de aire. Si es que quieres tener una vida plena hay que tratar de pasar tiempo en la naturaleza para poder respirar aire puro. Usa tu intelecto y reconoce cómo la naturaleza ha diseñado la vida en la tierra.
- Agua: El agua es lo segundo más importante después del aire. Nuestro cuerpo es 75% de agua aproximadamente. ¿Cuánto agua estás bebiendo al día? ¿Y de qué calidad? No se trata de aportar líquidos sino agua. La hidratación es el proceso por el cual ponemos hidrógeno en nuestro cuerpo, como bien indica la palabra hidratación. El agua es H2O, y es la fuente de hidrógeno más abundante que tenemos a nuestro alrededor. Es la forma más eficiente de hidratarnos. Además, es la única forma de "lavar" nuestro cuerpo internamente. ¿Con qué te duchas? ¿Con qué lavas tu ropa? ¿Cómo limpias tu casa? Asegúrate de beber 2 litros al día de la mejor agua posible y te aseguro que todo comenzará a ir mejor en tu cuerpo. El agua es más importante que la comida. Si no comes puedes tardar en morir hasta más de un mes, pero si no bebes agua, mueres en pocos días por deshidratación. Mi recomendación es beber Agua Kangen que tiene unas propiedades que la hacen altamente energética e hidratante.
- Comida de verdad: Seguro que mientras leías la parte de lo que daña tu cuerpo estabas pensando en qué ibas a comer... Bueno, pues me alegra decirte que hay cantidad de alimentos y de gran variedad que puedes incorporar a tu dieta, y que una vez lo hagas vas a notar maravillosos beneficios. Frutas, verduras, cereales, semillas, granos, pescado y carnes de animales felices es lo que denomino comida de verdad. Si comes comida de verdad todo irá bien. Como premisa, evita cualquier tipo de producto industrial. Es decir, si vas a comer cereales, no compres los cereales que vienen empaquetadas y procesados para tu desayuno (sin dar marcas). Acude a una tienda orgánica o ecológica, compra avena, cebada, arroz integral, mijo, quinoa, etc. Otro consejo importante es que investigues sobre las diferencias entre las diferentes certificaciones o nomenclaturas: Ecológico, orgánico, biológico... Esto te hará saber que productos no usan pesticidas y agroquímcos en su cultivo y producción. Así evitaras su ingesta y los efectos nocivos que tienen estos productos en la salud. Infórmate, existen cientos de personas dando recetas muy saludables en internet. Cada vez es más fácil saber como cambiar tus hábitos nutricionales y cómo darle lo mejor a tu cuerpo y a tus células.
- Haz deporte: Desde andar o correr hasta hacer escalada o esquí alpino. El deporte es esencial para nuestro cuerpo. Nuestro organismo necesita de el esfuerzo físico para funcionar bien. Nos ayuda a evitar la pérdida de densidad ósea y muscular que la edad nos va trayendo. También mejora el funcionamiento de nuestro sistema cardiovascular, gastrointestinal y nervioso. El deporte además nos trae grandes beneficios a nivel psicoemocional. El deporte es vida.
- Contacto con la naturaleza: El contacto con la naturaleza es medicina. ¿A quién no le cambia el día ir a la montaña, el río o nadar en el mar? Es una cuestión de vibración y frecuencia, es ciencia y no charlatanería. Acude siempre que puedas a espacios naturales y haz actividades que te gusten en estas zonas.
Espero que esta entrada del blog te haya resultado interesante. Hay más cosas que pueden ayudar a nutrir tu cuerpo y por lo tanto cuidarlo para poder llegar a tener una vida larga, saludable y maravillosa. Es cuestión de estar motivado y seguir investigando e incluir aquellas cosas que nos gusten o llamen la atención.
Bendiciones!
Fer Pal
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