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Foto del escritorFer Pal

¿Te levantas más de tres días seguidos dudando de tu vida?

¡Felicidades! Esa es la primera señal de que algo dentro de ti está buscando nuevos retos y experiencias. Esta fue la señal que me hizo mover mi situación y dejar mi trabajo hace ya casi 10 años. Pero la verdad es que esperé demasiado. Fueron más de tres día seguidos los que me levantaba y al mirarme al espejo decía, ¿pero qué estoy haciendo manteniendo este estilo de vida?

Imagino que a mucha gente le pasa... Algunos dan el salto a los tres días, otros como yo tardamos más, y hay otras personas que no van a dar el salto nunca. Pero, ¿cuál es el condicionante que hace que haya unos que si lo dan y otros que no? Le he dado muchas vueltas y creo que la condición que va a determinar si saltas o no es como gestionamos el miedo. Cuando aparece este momento en nuestra vida, cada uno de nosotros estamos en situaciones diferentes a nivel personal, profesional y familiar. Dependiendo de esto, nuestro instinto de supervivencia va a actuar en consonancia con nuestro intelecto para "razonar" si debo dar el salto o no, si estoy preparado o no, si voy a ser capaz de sostenerme económicamente o no, etc. Esto comienza a generar un estrés emocional y una de las emociones más primitivas que tenemos relacionadas con este instinto de supervivencia es el miedo. Además, cuando el miedo aparece, tratamos de camuflarlo con otras cosas, nos cuesta reconocer que tenemos miedo. Si alguien nos dice: "si estás tan harto de tu trabajo, ¿por qué no lo dejas?". Nosotros respondemos, es que tengo que pagar la hipoteca, el colegio de los niños, la factura de la luz... pero en realidad, detrás de cada una de esas justificaciones o excusas, está el miedo. Es tu ego que reside en tu intelecto el que crea todas estas "razones". En este punto cantidad de gente me dice, claro, pero tú lo dejaste todo con 27 años, cuando no tenías hijos ni responsabilidades... Ante esta respuesta pregunto, ¿a caso crees que no tuve miedo? ¿a caso crees que no tenía cosas que pagar y responsabilidades que atender? Tuve miedo y responsabilidades que atender. La diferencia es como uno gestiona el miedo y la situación en la que está. Si tienes 27 años o 30, me da igual, no tienes hijos y tus responsabilidades son pocas, ¿a qué estás esperando para enfrentarte al miedo? ¡¿a tener hijos...?! Si es que estás en este punto de querer dejarlo todo y abrir nuevos caminos pero tienes responsabilidades que atender, como familia, hipoteca, facturas, me alegra decirte que todavía es posible cambiar de vida. Sólo que el proceso va a ser un poco más largo.

El nivel de responsabilidades que cada uno tiene, son parte de las elecciones que hemos tomado en nuestra vida. Si tienes tres hijos, te has comprado una casa con tres plantas, tienes el coche de lujo en la puerta y mantienes tres empleados, tus decisiones van a hacer que el camino sea un poco más complejo y requiere de mejor preparación que el de una persona que no tiene esas posesiones y situación familiar. Igualmente estás en una muy buena situación. Si es que has podido llegar a ese grado de responsabilidades es porque tienes una gran capacidad de trabajo, profesionalidad y disciplina que son los mismos valores que vas a necesitar para emprender tu nuevo camino.

Volvamos al miedo... Generalmente el miedo es un freno para todos nosotros. Pero en realidad el miedo no aparece para frenarnos, sino para que estudiemos bien la situación y demos los pasos con determinación y seguridad. El miedo, es un maestro... Está ahí para decirnos, "cuidado, el camino entraña peligros, pero para conseguir lo que buscamos hay que andar hasta el final. Mide tus pasos". El gran problema que tenemos es que desde pequeños nos han educado en la cultura del miedo: "no hagas eso, te puedes cortar", "no subas ahí te vas a caer", "si haces eso te vas a lastimar". En otras palabras, no nos han enseñado a gestionar el miedo y además todo el sistema mediático nos induce a estar en una situación de miedo subconsciente permanente.

Entonces, ¿cómo gestionar el miedo y poder dar el paso para cambiar de situación? Es muy fácil... Lo que tienes que hacer es estudiar y trazar un plan realista y realizable. Y aquí es donde reside todo el secreto de poder empezar un proceso de transformación personal y de vida. Como el gusano que tiene que pasar un tiempo dentro de la crisálida para completar su metamorfosis, tú vas a entrar en un proceso de metamorfosis en una crisálida a nivel mental. Y aquí es donde viene el proceso más difícil. Los humanos tenemos la mala costumbre de aferrarnos a viejas creencias y patrones mentales. Además, no sabemos que nuestra mente consciente se basa en los patrones mentales que hemos instalado en nuestro subconsciente a lo largo de nuestra vida influenciados por nuestros padres, familia, profesores, amigos, jefes, etc... ¿Y qué es un patrón mental? Es simplemente un hábito. Y felizmente si cambias los hábitos, reeducas tu mente subconsciente, dicho de otro modo cambias el software. Así podemos eliminar hábitos o cambiarlos por otros que van acorde a nuestras metas, para así pasar por un proceso de afianzamiento de los nuevos hábitos que van a ser el motor de nuestro cambio de vida. Existen técnicas para identificar los viejos patrones que no sirven y establecer nuevos patrones. Este proceso es delicado y requiere de tiempo y disciplina. Recuerda que eres un gusano que se tiene que transformar en una bella mariposa...


Para terminar esta entrada me gustaría darte algunos puntos importantes a la hora de trazar un plan que sea realista y realizable.


1. Identifica tu propósito, ¿por qué lo estás haciendo?: Esta es la raíz de todo el árbol que va a crecer a partir de este momento. Es la semilla originaria. Mi propósito inicial era que quería viajar por todo el mundo, cuando conseguí ese sueño, mi propósito cambió. Ahora hago lo que hago para poder hacer las cosas que me gustan y tener tiempo y libertad para estar con las personas que quiero. Seguro que en el futuro irá cambiando, lo importante es que sea claro, real y verdadero.


2. Piensa bien que quieres hacer, a qué te quieres dedicar: Existe un poder tremendo en querer. El refrán ya lo decía... Lo que pasa es que generalmente no sabemos bien qué es lo que queremos. Para ganarnos nuestro sustento todos tenemos que estar al servicio. Lo que pasa es que debido al mal sistema educativo y a las exigencias de la sociedad de consumo e industrial, la mayoría de las personas no están al servicio en lo que realmente quieren. Es por eso que nuestras vidas se convierten en un infierno. ¿Y cómo encontrar lo que quieres hacer? Echa un ojo a tus pasiones. En el libro "El Elemento" de Ken Robinson se concluye que las personas más felices y exitosas a nivel internacional en campos totalmente distintos, llegaron al éxito personal y profesional porque estaban haciendo lo que amaban hacer. Haz algo que ames y todo irá bien.


3. Prescinde de todo lo que no es estrictamente necesario: Para ello hay que establecer una lista de prioridades en la que fijes tus objetivos y qué es lo que no vas a necesitar para conseguirlos. En el proceso de transformación el menos es el nuevo más. Al principio es un poco duro dejar ir ciertas cosas, es una parte del ego y del apego a lo material que tiene la mente. Luego vas encontrando el gusto a vivir más ligero y a dejar ir lo que no necesitas. La simpleza y humildad son las mejores aliadas para tener una vida más plena y verdadera.


4. No busques reconocimiento o aprobación de tus decisiones y nuevos planes a menos que trabajes con un profesional del cambio de estilo de vida. Tus familiares, amigos y seres más cercanos no van a ser tus aliados en esta nueva etapa. Sin que ellos lo sepan, tú vas a ser un espejo muy fuerte en el que ellos no quieren verse reflejados. Es por eso que su ego va hacer todo lo posible para criticar tus decisiones y pasos. Prepárate emocional y psicológicamente para atravesar períodos de dificultad con estas personas. Es bueno tener alguien en quién apoyarte, pero lamentablemente no será alguien en tu círculo más cercano con casi toda seguridad.


El camino del cambio de estilo de vida es duro, pero es más duro continuar tu vida haciendo algo que no quieres. Piénsalo bien y afronta tu miedo...


Si quieres más información acerca del tema de esta entrada no dudes en contactar conmigo a través de los datos dados en mi web.


Bendiciones!

Fer


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