El 19 de marzo de este año, inicié un nuevo viaje a México para completar mi tercer año de búsqueda de visión. Para los que no hayan escuchado nunca de esto, es un ritual de paso de origen nativo americano, por el cual te compromentes a realizar cuatro veces, a lo largo de tu vida, un retiro en la montaña en ayuno, silencio y aislamiento con el objetivo de recibir una visión que te ayude en la vida. Existen varios formatos para realizar este ritual. El formato que estoy siguiendo consiste en subir a la montaña por 4, 7, 9 y 13 días respectivamente.
Este año era muy importante para mi puesto que me enfrentaba a la frontera de los 9 días y suponía llegar al 75% de mi compromiso. Además, el tercer año es muy importante porque ya aprendiste a callar, ya sabes y ahora te toca atreverte. Es decir, en el tercer año abres un espacio en tu vida relacionado con tu poder interior, tu fuego interno. Es muy difícil explicar en la entrada de un blog, todo lo que ocurre en la montaña. Lo que si hay que dejar claro es que es una experiencia que no deja indiferente a ninguno que la culmina.
Durante los primeros 4 días y noches no comes, ni bebes una gota de agua. Esto es así cada año que subes a la montaña. Es decir, vas a atravesar este ayuno durante 4 años o más si es que algún año no consigues terminar tu compromiso. El año que subes por 7 días, el apoyo te llevará en tu cuarto día, agua y frutas para llegar en condiciones suficientes a tu séptimo día. En tu año de 9, te subirán algo más de fruta y medicina en tu 7º día para que puedas llegar a tu día 9. En el último año de tu compromiso, cuando subes por 13 días, al llegar a tu 9º día te traerán comida y agua suficientes para acabar tus últimos cuatro días y tu compromiso de 4 años.
Este año ha sido muy especial para mi puesto que he bajado de la montaña con algunas realizaciones e interiorizaciones muy importantes sobre mi vida. Algunas de ellas gracias a que he podido hacer de nuevo los primeros cuatro días de la misma forma que uno lo hace por primera vez. ¡Es tan importante que sea así! Gracias a este diseño de tener que repetir nos permite dos cosas, poner en práctica lo que ya habíamos aprendido, pero también encontrar nuevas cosas que sólo puedes encontrar en esos primeros cuatro días poniendo en práctica lo que ya habías aprendido. Igualmente sucede con los días hasta llegar a los 7. No obstante este año me enfrentaba por primera vez a los nueve días con lo especial de estos dos días más.
Durante estos dos días y sus correspondientes noches, encontré respuesta a mis intenciones y rezos. Me gustaría compartir con vosotros que fue lo que buscaba y cuáles son las respuestas que encontré:
Mis intenciones era encontrar respuesta a dos preguntas:
¿Cómo puedo usar mi poder legítimamente?
¿Cómo puedo evitar quemarme, quemar y ser quemado por otros?
Al final de la primera noche con la medicina, cuando todo duerme, encontré la respuesta a la primera pregunta con una hermosa visión que he tratado de reproducir con la siguitente imagen, aunque no es exacto a lo que vi, os puede dar una idea.
"Sólo aquel que tenga el valor y coraje, de asumir la responsabilidad con total transparencia, será capaz de alzar una una fortaleza de honor que sostenga el poder en su corazón."
Habiendo encontrado respuesta a la primera pregunta, en la segunda noche con la medicina me dediqué a encontrar la solución a mi otra inquietud. También en el mismo momento de la noche encontré la respuesta y también vino acompañada de una visión:
"Mantén tu fuego entre tabiques de humildad."
Tal como dije al inicio de esta entrada, es muy difícil explicar todo lo que sucede en la montaña, y esto que comparto sólo podemos considerarlo como lo más significativo de una experiencia cargada de mometos de alto valor de los que muchos deben permanecer en lo privado y particular e cada uno. Espero que si te sienes identificado/a con esta información, la uses con resposabilidad y siempre respetes el lugar, momento y proceso de donde proceden.
Con cariño,
Fer
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